La luna alcanzará su distancia máxima de la Tierra el 19 de noviembre, un punto que no volverá a visitar hasta 2043. Este no es un evento visible para observadores casuales, ya que ocurre durante una fase de luna nueva cuando la luna está cerca del sol en el cielo.
La ciencia de la distancia lunar
La distancia Tierra-Luna no es fija. Varía debido a las complejas interacciones gravitacionales entre la Tierra, la Luna y el Sol. La Luna orbita la Tierra en una trayectoria elíptica, lo que significa que su distancia fluctúa entre su punto más cercano (perigeo) y su punto más lejano (apogeo).
La gravedad del Sol juega un papel importante : tira de la Luna, influyendo en su órbita y contribuyendo a estas variaciones. Cuando la Tierra, el Sol y la Luna se alinean durante una luna nueva, el efecto se amplifica, lo que podría dar como resultado una “microluna” excepcionalmente distante.
Por qué esto es importante
Este evento resalta la naturaleza dinámica de nuestro sistema solar. Si bien no se nota a simple vista, este apogeo distante es un fenómeno astronómico mensurable. La distancia Tierra-Luna lentamente aumenta con el tiempo (aproximadamente 1,5 pulgadas por año) debido a las interacciones de las mareas, pero estas fluctuaciones orbitales a corto plazo son un factor más inmediato.
¿Cuándo y dónde estará más distante?
La luna alcanzará su punto más lejano a las 21:46 horas. ET del 19 de noviembre (0246 GMT del 20 de noviembre). En ese momento, estará aproximadamente a 398.600 kilómetros (247.700 millas) de Australia Occidental, la parte de la Tierra que mira a la Luna en ese momento.
¿Qué puedes hacer en su lugar?
Si bien no verás esta luna distante, las noches oscuras alrededor de la luna nueva son ideales para observar objetos más débiles del cielo profundo. Por ejemplo, el cúmulo doble de Perseo se puede ver con binoculares. Si está interesado en observar las estrellas, considere actualizar su equipo: los telescopios y binoculares son excelentes opciones para observaciones más profundas.
La distancia variable de la Luna es un recordatorio de que incluso los cuerpos celestes aparentemente estables están sujetos a cambios constantes y sutiles en sus órbitas. Este evento subraya la interconexión de las fuerzas gravitacionales en nuestro sistema solar.