Nuevas observaciones confirman que el cometa interestelar 3I/ATLAS se está volviendo más activo a medida que se acerca a la Tierra, mostrando un sorprendente brillo verdoso que no estaba presente hace apenas unos meses. Este fenómeno, impulsado por el calentamiento del sol, señala posibles explosiones futuras de material cometario. El cometa realizará su paso más cercano a la Tierra el 19 de diciembre, ofreciendo una rara oportunidad de estudiar un objeto que se origina fuera de nuestro sistema solar.
Mayor actividad y tono verde
Las imágenes capturadas por el telescopio Gemini Norte en Hawaii revelan que la coma del cometa (la atmósfera brillante y nublada que rodea su núcleo) ahora es claramente verde. Este cambio de color no se debe a la vida extraterrestre, sino a la liberación de gas de carbono diatómico (C2). Cuando el sol lo calienta, el hielo se sublima (se convierte directamente en gas) y transporta polvo y moléculas como el C2 al espacio. El C2 emite una luz verde, algo común en cometas activos como 12P/Pons-Brooks y el cometa C/2025 F2 (SWAN).
Lo inusual de 3I/ATLAS es que inicialmente apareció más rojo a finales de agosto, antes de acercarse al sol. Esto sugiere que el cometa libera continuamente nuevas sustancias químicas a medida que se calienta, lo que ofrece una visión dinámica de su composición.
La ciencia detrás de los cometas interestelares
Los cometas interestelares, a diferencia de los que nacen dentro de nuestro sistema solar, llegan desde otros sistemas estelares y sólo son visibles brevemente antes de continuar su viaje hacia el exterior. 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar confirmado que pasa por nuestro vecindario, después de 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov. Fue descubierto en junio, moviéndose a más de 130.000 mph en una órbita hiperbólica, lo que significa que no regresará.
Los astrónomos creen que 3I/ATLAS es probablemente el objeto interestelar más grande y más antiguo observado hasta ahora. A pesar de algunas teorías marginales que sugieren orígenes artificiales, el consenso científico es que se trata de un cometa típico que ha pasado miles de millones de años en el espacio interestelar.
Qué esperar a continuación
A medida que 3I/ATLAS se acerca a la Tierra (aproximadamente a 170 millones de millas de distancia el 19 de diciembre), su comportamiento sigue siendo impredecible. El calor puede tardar en impregnar el interior del cometa, lo que podría provocar estallidos retardados o la evaporación de nuevos compuestos. También se desconoce la reacción del cometa al enfriarse después de su encuentro cercano con el sol.
“Lo que aún se desconoce es cómo se comportará el cometa cuando abandone la vecindad del Sol y se enfríe”, señalan los representantes de NOIRLab. Esta incertidumbre hace de 3I/ATLAS un valioso objeto de estudio, que proporciona información sobre la composición y el comportamiento de los visitantes interestelares.
























