Los sitios web de las cumbres climáticas de las Naciones Unidas (conferencias COP) contribuyen sorprendentemente en gran medida a las emisiones de carbono. Una nueva investigación publicada en PLOS Climate revela que estos sitios generan hasta 10 veces más carbono que una página web promedio, una estadística asombrosa considerando su supuesto propósito. Esta discrepancia plantea preguntas cruciales sobre el impacto ambiental incluso de las iniciativas digitales destinadas a abordar el cambio climático.
El estudio analizó datos de archivos web que abarcan tres décadas, desde la primera COP celebrada en 1995 hasta 2024. Si bien las emisiones inicialmente se mantuvieron relativamente bajas, con un promedio de apenas 0,02 gramos de carbono por página vista hasta la COP14 (celebrada en 2008), después dieron un fuerte giro ascendente. A partir de la COP15, las emisiones promedio aumentaron a más de 2,4 gramos por visita, una cifra que supera significativamente los 0,36 gramos por visita del sitio web promedio.
El principal impulsor de este aumento parece ser un aumento en el contenido que requiere muchos recursos en los sitios web de la COP. Los archivos multimedia como vídeos y gráficos interactivos exigen más potencia de procesamiento, lo que se traduce directamente en un mayor consumo de energía y, en consecuencia, en un aumento de las emisiones de carbono.
Pero el problema va más allá del diseño de sitios web. El tráfico a los sitios de la COP también se ha disparado exponencialmente. En 1997 (el primer año con datos disponibles para la COP3), la vista de una sola página generó aproximadamente 0,14 kg de carbono, comparable a lo que absorbe un árbol maduro en dos días. Para la COP29, esta cifra se disparó a la asombrosa cifra de 116,85 kg, equivalente a diez árboles maduros absorbiendo carbono durante todo un año. ¡Esto representa un aumento de más del 83.000%! Si bien los investigadores aún no han calculado las emisiones para la COP30, el factor preocupante es que su sitio web no está alojado en una infraestructura de energía renovable verificada.
Estos hallazgos resaltan un punto ciego crucial en los debates sobre la acción climática: el costo ambiental que a menudo se pasa por alto en nuestro mundo digital. “El costo de carbono de la presencia digital a menudo es pasado por alto incluso por aquellos que se preocupan por el medio ambiente y están destinados a protegerlo”, dice la profesora Melissa Terras del Instituto de Informática de Diseño de la Universidad de Edimburgo.
Para mitigar este impacto, los investigadores proponen pasos prácticos como:
- Limitar el tamaño de la página web: Reducir el tamaño de los archivos y optimizar los diseños puede reducir significativamente los tiempos de carga y el consumo de energía.
- Optimización de la estructura del sitio: El código eficiente y la navegación optimizada contribuyen a una carga de páginas más rápida y a una reducción de las emisiones.
- Alojamiento de energías renovables: Elegir servidores web alimentados por fuentes sostenibles es esencial para minimizar la huella ambiental.
Esta investigación innovadora utiliza Internet Archive de una manera innovadora, lo que demuestra su potencial para rastrear el impacto ambiental de los sitios web a lo largo del tiempo. El equipo espera que este método inspire el análisis de otros sitios de alto tráfico y oriente un esfuerzo colectivo para hacer que el mundo digital sea más responsable con el medio ambiente.
El estudio sirve como claro recordatorio de que incluso las iniciativas aparentemente progresistas pueden albergar costos ambientales ocultos. Reducir la huella de carbono de los sitios web de la COP no se trata solo de soluciones tecnológicas; se trata de alinear nuestras prácticas digitales con los objetivos que perseguimos en la acción climática.
























