Un nuevo motor eléctrico desarrollado por YASA, una filial de Mercedes-Benz, promete reducir significativamente el peso de los futuros vehículos eléctricos y al mismo tiempo aumentar su rendimiento y autonomía. El diseño innovador, que aprovecha la tecnología de flujo axial, logra una relación potencia-peso sin precedentes, reduciendo potencialmente hasta 1,100 libras (500 kg) de la masa del vehículo.
El poder del flujo axial
Los motores eléctricos tradicionales utilizan tecnología de flujo radial, lo que da como resultado una forma cilíndrica con el estator rodeando el rotor. El diseño de flujo axial de YASA invierte este enfoque, creando un motor en forma de disco que se asemeja a un panqueque. Esto permite una construcción mucho más compacta y liviana. La última versión pesa sólo 28 libras (12,7 kg) pero puede generar hasta 1000 caballos de fuerza instantáneamente, o una potencia sostenida de 469-536 hp. Esto supera el récord anterior de YASA de 738 caballos de fuerza con un motor de 29 libras.
No se trata sólo de potencia bruta; se trata de eficiencia. Los vehículos más ligeros requieren menos energía para moverse, lo que amplía la autonomía.
A modo de contexto, el motor del Nissan Leaf 2025 produce 214 hp, mientras que un Tesla Model S de alto rendimiento necesita tres motores para alcanzar alrededor de 1.020 hp. El motor de YASA ofrece una potencia comparable en una fracción del peso.
Reducción de peso y frenado regenerativo
El impacto más significativo es la reducción de peso. Reemplazar las transmisiones tradicionales con estos motores en las ruedas podría ahorrar alrededor de 440 libras (200 kg). Para los vehículos diseñados desde cero, los ahorros podrían ascender a 1100 libras (500 kg). Esto se debe a que el sistema también integra frenado regenerativo avanzado.
El frenado regenerativo captura la energía perdida durante la desaceleración y la convierte nuevamente en electricidad, recargando la batería. Este proceso puede reducir la dependencia de los frenos de fricción, reduciendo aún más el peso y el espacio. El sistema convierte efectivamente las ruedas en generadores, lo que reduce la velocidad del automóvil y al mismo tiempo alimenta la batería.
Escalabilidad e implicaciones futuras
YASA enfatiza que este diseño es escalable y no depende de materiales raros, lo que lo hace viable para la producción en masa. Las implicaciones son de gran alcance:
- Alcance aumentado: Los vehículos más livianos consumen menos energía.
- Rendimiento mejorado: Más potencia en un paquete más pequeño permite una aceleración más rápida.
- Flexibilidad de diseño: El tamaño reducido del tren motriz libera espacio para la aerodinámica o la comodidad interior.
Este avance no es simplemente una mejora incremental; es un cambio fundamental en la tecnología de motores EV. Al optimizar el sistema de propulsión, los fabricantes pueden crear vehículos eléctricos de mayor autonomía, más potentes y más eficientes. El nuevo diseño promete remodelar el futuro de la ingeniería de vehículos eléctricos, haciendo que la movilidad eléctrica de alto rendimiento sea más accesible.























